Lo que se ve al fondo de esa calle es el cerro de Potosì, el mismo que enriqueció a Europa y el que fue saqueado durante 500 años. A consecuencias del saqueo el cerro perdió casi 400 metros de altura, 400 metros donde se sacaron miles de toneladas de plata y otros tantos minerales. Lo paradójico es que en Potosí no quedó nada, nada más que la arquitectura, la historia y la pobreza.A esa pobreza la vi en los ojos de un niño de unos diez años que por unas monedas cantaba algunas coplas como estas:
Adivinen donde nací/ adivinen donde nací/ dicen que tiene mucha plata/ la ciudad donde nací.
