Esta fotografía retrata la parte inferior de la tapa de una caja fuerte que los españoles ultilizaban para trasladar los valores saqueados. Tenían dos problemas, primero llegar hasta el Río de la Plata y embarcar esas cajas sin que fueran abiertas. Si eso sucedía, ese detalle de compleja cerrajería a los piratas les importaba muy poco dado que esas cajas eran de madera. Las rompían de un martillazo y con las maderas se comían algún animalito asado.
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